Resolución práctica de problemas: El uso de las cursivas TAVArgentina 3 noviembre, 2014 Resolución práctica de problemas, Subtitulado, TAV Por Marianela Farina y María Soledad Gracia En esta nueva sección del blog, «Resolución práctica de problemas», apuntaremos a resolver cuestiones básicas (y, a veces, no tanto) de situaciones habituales que surgen en la tarea diaria de quienes nos dedicamos a la traducción audiovisual. Con «cuestiones básicas» nos referimos a las distintas soluciones a las que hay que recurrir cuando, por ejemplo, aparece un cartel para el que debemos crear una gráfica, pero, dado que continúa el discurso de los personajes, también debe estar presente el subtítulo. Entonces, ¿qué hacemos? ¿Optamos por uno o por el otro? ¿Incluimos las dos cosas? ¿De qué va a depender? Si las incluimos, ¿cómo lo hacemos? O ¿qué debemos hacer si, en una escena, hay varias personas manteniendo un diálogo y hablan todas a la vez? ¿Cómo elegimos a quién subtitulamos? Pues bien, son estas y otras tantas situaciones que se nos presentan a diario sobre las que hablaremos e intentaremos echar algo de luz. En esta primera entrega, nos dedicaremos al uso de las cursivas. Cabe aclarar que los usos a los que haremos referencia en esta entrada son los más comunes, es decir, los que, por lo general, están pautados en la mayoría de los protocolos de subtitulado para marcar las distintas voces externas que se pueden presentar en el material a subtitular. Como bien sabemos, en todo material audiovisual, la intervención de los distintos personajes y el modo en el que se marca su participación varía dependiendo de si el personaje que habla aparece en pantalla o no. A modo de ejemplo, tenemos esta escena de la reconocida serie de televisión True Detective, donde podremos ver que el parlamento de quien está detrás de cámara se marca con cursivas, a diferencia de lo que ocurre con aquel al que filman, cuya intervención se subtitula normalmente, con letra redonda. Otra situación en la que se usa la letra cursiva es cuando se oye la voz de un narrador, que bien puede ser omnisciente, testigo o protagonista, como es el caso en este otro ejemplo. En el material audiovisual, también existen las llamadas «voces metálicas». Con este término se hace referencia a las voces que se emiten a través de radios, televisores, computadoras, altavoces, etc. Siempre que nos encontremos con ellas, debemos usar cursivas. A continuación, podrán ver un ejemplo de comunicación por radio. Allí se puede observar que la voz de quien está del otro lado se marca con cursivas, mientras que el parlamento de quien habla por radio en pantalla se subtitula en redonda. El último de los casos que ejemplificaremos es el de las conversaciones telefónicas. En una escena de este tipo, cuando los cuadros no cambian de un personaje a otro, sino que la escena se mantiene todo el tiempo en un mismo personaje, la voz de quien está del otro lado de la línea se marca mediante las cursivas. Además de los casos que mencionamos aquí, vale la pena recordar dos situaciones más en las que también se usa la letra cursiva. Tal es el caso en el que oímos voces lejanas cuyos emisores no aparecen en pantalla, y otro es el caso de las canciones, las que subtitularemos cuando la banda sonora esté relacionada con la trama de la película o cuando el intérprete de la canción sea alguno de los personajes y el contenido de la canción resulte relevante para el desarrollo del film. Cabe destacar que, al momento de subtitular una canción, debemos comenzar cada línea del subtítulo con mayúscula y no usaremos punto final, pero sí los demás signos de puntuación que correspondan. Para terminar, es importante resaltar que el uso de recursos como estos a la hora de subtitular un material audiovisual no es caprichoso. Debemos tener presente que la función primordial del subtítulo es que el público que no comprende el idioma del audio original pueda disfrutar de ese material de la misma forma que los que sí lo comprenden y con la menor pérdida de información posible. Por lo tanto, el uso correcto de las cursivas contribuye a que las intervenciones de los personajes sean claras y bien organizadas y a evitar cualquier tipo de confusión en el espectador, que es, en definitiva, a quien nunca debemos perder de vista a lo largo de todo este proceso. Hacer Comentario Cancelar RespuestaHaz login para poder hacer un comentario