Entrevista a Marta Baonza Jerez, ganadora del premio ATRAE 2015 por Mejor subtitulación de película estrenada en cine TAVArgentina 14 mayo, 2015 Entrevistas, Premios ATRAE, Realidad profesional, Subtitulado, TAV Por Marianela Farina Tal como les contamos en una entrada anterior, se dieron a conocer los ganadores de los ATRAE 2015, cuya gala de entrega de premios se llevará a cabo el 30 de mayo en Madrid. TAVArgentina tuvo la oportunidad de entrevistar a Marta Baonza Jerez, ganadora del premio ATRAE en la categoría de Mejor subtitulación de película estrenada en cine gracias a su trabajo de subtitulado de Dallas Buyers Club. Marta es Licenciada en Ciencias Económicas y en Traducción e Interpretación y hace más de quince años que se especializa en traducción para doblaje, voice-over y subtitulado y en esta nota nos cuenta cómo fue la experiencia de subtitular la película ganadora, cómo ve la situación del subtitulado en España y, además, da algunos consejos para aquellos que quieran adentrarse en el mundo de la traducción audiovisual. ¿Cómo fue el trabajo de subtitular Dallas Buyers Club? Fue un trabajo que intenté mimar todo lo posible. Este título me afectó especialmente desde un punto de vista personal por la temática, pues supuso rememorar un episodio muy triste de mis tiempos universitarios. El primo de una de mis mejores amigas contrajo SIDA a través de una transfusión de sangre en el hospital –dado que en aquellos tiempos no se analizaba la sangre– y lamentablemente no lo superó. Lógicamente, siempre intento abordar una traducción con la mayor profesionalidad posible sea cual sea el producto, pero es inevitable que cuando te toca lo personal, de manera inconsciente, le pones más ahínco. En este caso se trataba de un encargo para salas de cine en versión original y el proceso se compone de varias fases. Como traductora autónoma, me incorporo en la fase de traducción, una vez que el estudio de subtitulado ha generado una plantilla con códigos de tiempo, que me facilita junto con los guiones en versión original y los vídeos por bobinas. Con ese material, llevo a cabo la traducción, trasladando al español los diálogos, rótulos y carteles que voy introduciendo en la plantilla en el número de subtítulo correspondiente. En la plantilla, figura el tiempo de entrada y el tiempo de salida en pantalla junto con el número de caracteres máximo que debe tener ese subtítulo, en función de la duración (ver figura 1). Ahora bien, de ser necesario, tienes margen para aumentarlos en torno al 20 % o, llegado el caso, para que la traducción no se resienta cuando resulta imposible sintetizar más, en la fase de simulación (visionado de la película subtitulada en el estudio) se puede ajustar el pautado del subtítulo, por ejemplo, retrasando el tiempo de salida o dividiendo y fusionando subtítulos. Figura 1. Plantilla de subtitulado. Una vez traducida y revisada, envío la traducción por bobinas al estudio y fijamos una fecha para la simulación (generalmente se hace una simulación de la película subtitulada en las instalaciones del estudio de subtitulado, con la presencia del traductor, el revisor del estudio y en ocasiones, alguien de la productora). Es fundamental el trabajo de revisión y en este caso, conté con la inestimable ayuda de Tony Gray. En la simulación se pule la traducción, se subsanan posibles errores que se hayan podido pasar. Recuerdo que a mis primeras simulaciones acudía muy tensa, con miedo a haberme equivocado, pero el espíritu es el de mejorar entre todos el resultado final. Cuando acabamos la simulación, aún no se conocían los ganadores de los Óscar, pero teníamos muy claro que, como mínimo, a Matthew se lo darían. ¿Qué dificultades encontraste? El fuerte acento de algunos personajes (como es el caso de Matthew McConaughey) a la hora de sacar de oído algunos de los diálogos que no venían reflejados en el guion, así como algunas expresiones cuyo significado, sin mucho contexto, es difícil de captar. Ya he comentado en alguna ocasión el ejemplo de una escena en los rodeos, donde se oye «four one thousand» y no caía a qué se refería, porque una traducción literal (cuatro mil) no tenía ningún sentido. Simplemente estaban contando los segundos para ver si aguantaba los ocho segundos que establece el reglamento sobre el toro. Al contar segundos en inglés, se puede intercalar «one thousand» (one one thousand, two one thousand, three one thousand, four one thousand…), pues el pronunciarlo lleva aproximadamente un segundo. También fuiste finalista en los II Premios ATRAE por el subtitulado de la primera temporada de Masters of Sex. ¿Cómo fue esa experiencia? El hecho de estar nominada a un premio por una asociación profesional y en el ámbito de una profesión que tanto significa para ti es una experiencia emocionante, que te llega al alma y que te anima a mejorar aún más para no decepcionar a quienes depositan su confianza serie tras serie en tu trabajo. Esta serie me hizo sudar la gota gorda en la primera y segunda temporadas porque suele ir con plazos de entrega muy justos y hay bastante vocabulario médico y ginecológico que verificar. Suelo recibir un primer guion preliminar (sujeto a muchos cambios) y voy avanzando la traducción en borrador para cuando llega la imagen definitiva. En alguna ocasión llega la imagen antes que el guion definitivo e intento revisar modificando de oído, poniendo sumo cuidado porque es muy fácil que se cuele algo del guion preliminar. Es una serie que me gusta mucho, me enganchó desde el principio, así que el hecho de haber sido finalista con la primera temporada en la pasada edición de los Premios ATRAE y repetir en esta, con la segunda temporada, me hace mucha ilusión y estoy deseando empezar con la tercera que ya me han confirmado. ¿Cómo ves la realidad profesional del subtitulado en España? Creo que desde que yo empecé, el material audiovisual subtitulado ha crecido exponencialmente y por tanto, así lo ha hecho la oferta de trabajo para los profesionales. Al mismo tiempo, existe mayor competencia, pues se han popularizado mucho en España los estudios de traducción e interpretación, que son más nuevos como disciplina universitaria que las filologías. O sea que ha crecido la oferta y la demanda de subtituladores en el mercado. Hay más oportunidades de trabajar en este sector con la proliferación de productos subtitulados y mi impresión es que la calidad en general de los productos traducidos profesionalmente es buena pues cada vez hay mayor especialización por parte de los traductores.Por otro lado, el incremento de la presencia on-line de cualquier empresa y la moda de difundir vídeos promocionales corporativos por redes sociales hace que el subtitulado sea algo cada vez más demandado en el entorno corporativo. El hecho de que cada vez existan más herramientas gratuitas o herramientas profesionales a precios más asequibles que cuando yo empecé (mi equipo de subtitulado me costó alrededor de 12.000 euros) evitan las barreras de acceso a la profesión y la ponen al alcance de todo aquel que quiera probar suerte. Lamentablemente, lo que sí he observado es una tendencia a la baja en las tarifas que ofrecen muchos estudios. Suele ser el estudio el que pone las tarifas y cuando no son todo lo buenas que uno desearía, no siempre hay margen de negociación. ¿Crees que los premios ATRAE sirven para dar visibilidad al traductor audiovisual? Me parece una iniciativa estupenda principalmente para dar mayor visibilidad al traductor que, fuera de nuestros círculos, suele ser un completo desconocido y de paso, que poco a poco el público en general vaya sabiendo algo más del proceso que hay detrás y valorando más nuestra labor. Además de la oportunidad de coincidir y compartir experiencias con otros colegas de profesión, que siempre resulta enriquecedor y te permite conocer nuevas iniciativas. Luego de tantos años en el mundo de la traducción audiovisual que te han dado mucha experiencia y conocimientos, ¿cuál es tu consejo para aquellos traductores interesados en especializarse en TAV? Es difícil dar consejos, pero desde luego, creo que una de las decisiones más acertadas de mi vida fue apostar por especializarme en TAV porque me parecía un campo apasionante. Cuando yo empecé, hace cosa de quince años, me supuso un gran sacrificio económico (por la inversión en el equipo profesional de subtitulado, como ya he comentado) y personal (por las horas de trabajo robándoselas al sueño y las renuncias personales que me supuso porque los plazos a veces son casi imposibles). Así que de partida, les diría algo muy obvio: que si de verdad les atrae, que no dejen de intentarlo. Que tampoco dejen de ponerle entusiasmo a su trabajo ya estén empezando o lleven muchos años dedicándose a ello, pues acaba reflejándose en el producto final, pero que sean humildes, que acepten la crítica de una manera constructiva (todos nos equivocamos y miedo me daría ver algunas de mis primeras traducciones), que usen el sentido común y resolverán muchas dudas ustedes solos y que tengan disposición a aprender de quién sabe (yo he aprendido mucho de colegas de profesión y de las revisiones). Asimismo, abogo siempre por la formación continua, estamos en continuo proceso de aprendizaje y no hay que descuidarlo; por mucha experiencia que tengas, nunca está de más afianzar conocimientos, reciclarse y empaparse de la sabiduría de otros. Creo que seguiré haciendo cursos y asistiendo a talleres hasta mi último aliento. Y que no desaprovechen las oportunidades que se les presenten de meter la cabeza en el sector porque si gusta tu trabajo, volverán a llamarte. Yo no he sido nunca una persona que sepa aprovechar especialmente los contactos que he ido haciendo por timidez, pero si encuentras un padrino -en el buen sentido de la palabra- que pueda darte un empujoncito, déjate la piel por no defraudarle y seguro que volverá a recurrir a ti. Hacer Comentario Cancelar RespuestaHaz login para poder hacer un comentario