Por Ana Victoria Quiroz

En la era de la comunicación, los medios audiovisuales representan un acceso a la información y facilitan la difusión de contenidos que contribuyen al desempeño intelectual y al conocimiento de las personas. El conocimiento y el acceso a diferentes fuentes de información constituyen una garantía individual y un derecho para todos los miembros de una sociedad inclusiva y plural. Por eso, la actividad de los servicios de comunicación audiovisual se considera una actividad de interés público.

Las personas sordas y con dificultades auditivas requieren prácticas lingüísticas que les permitan acceder a los contenidos audiovisuales. El Subtitulado para Personas Sordas (SPPS) es una de esas prácticas, y su objetivo es brindar información relevante del canal auditivo para que las personas sordas o hipoacúsicas gocen de una compresión plena del contenido audiovisual. La información que se brinda comprende los diálogos de los personajes, la identificación de los personajes y la caracterización de la voz, así como la descripción de los sonidos, de las voces en off y de la música, entre otras particularidades.

En la Argentina, el artículo 66 de la ley 26522 de Servicios de Comunicación Audiovisual, sancionada en octubre de 2009, contempla la accesibilidad mediante la Lengua de Señas Argentina (LSA) y el Subtitulado para Personas Sordas (SPPS).

Artículo 66: Accesibilidad. Las emisiones de televisión abierta, la señal local de producción propia en los sistemas por suscripción y los programas informativos, educativos, culturales y de interés general de producción nacional, deben incorporar medios de comunicación visual adicional en el que se utilice subtitulado oculto (closed caption), lenguaje de señas y audio descripción, para la recepción por personas con discapacidades sensoriales, adultos mayores y otras personas que puedan tener dificultades para acceder a los contenidos. La reglamentación determinará las condiciones progresivas de su implementación.

Esta ley es de gran importancia porque establece que los discursos audiovisuales deben ser plenamente accesibles para las personas sordas o con dificultad auditiva. Además, el SPPS también beneficia al público infantil, a las personas mayores, a las personas con discapacidad intelectual, a los estudiantes de idiomas y a las personas presentes en lugares donde hay ruido externo (como bares, aeropuertos y espacios públicos). De esta manera, se busca garantizar la inclusión plena que significa que todos tengan acceso a los servicios de comunicación audiovisual.

En 1997, El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) aprobó las resoluciones 1168 y 1206, que tratan el subtitulado en idioma nacional de las películas nacionales de largometraje. Estas resoluciones marcaron el primer antecedente para garantizar el acceso a los medios audiovisuales en nuestro país y también son pioneras a escala internacional.

En 2008, el Comité Federal de Radiodifusión (COMFER) aprobó la resolución 679, que establece la obligación de los canales de TV de aire de subtitular toda su programación a través del Sistema de Subtítulos Ocultos Opcionales (closed caption). Esta resolución busca garantizar la libertad de expresión y el derecho de todas las personas a recibir información.

En 2007, un grupo de investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid desarrolló las gafas reproductoras de subtítulos individualizados para personas con discapacidad auditiva. Estos dispositivos reciben la señal lanzada por un sistema de envío situado en la sala de cine con la información necesaria para acceder al contenido audiovisual. De esta manera, el usuario lee los subtítulos de forma individual en una micropantalla acoplada a las lentes.12032987_10207277839329160_1973373985412325938_nEn 2012, la empresa Sony anunció el lanzamiento de gafas virtuales para que los sordos pudieran ver cine con subtítulos. En este caso, Sony se asoció con los cines estadounidenses Regal Entertainment para incluir las nuevas gafas en sus salas. Además, estas gafas incluyen ayuda auditiva para las personas ciegas por medio de unos auriculares que describen lo que ocurre en pantalla.

12011140_10207277841809222_5132645695215164240_nEn 2013, en España, se lanzó Whatscine, una herramienta que brinda a las personas con discapacidades visuales o auditivas la oportunidad de ver una película con subtítulos o con lenguaje de señas a través de unas gafas especiales o de una aplicación que puede descargarse de forma gratuita en smartphones y tablets. Whatscine es compatible con cualquier sistema de cine digital, basado en películas en DCP, Blu-ray, DVD o proyectadas desde un ordenador.

12039370_10207277843329260_1716897553131179757_n11053103_10207277844569291_3883233477066056532_n12002189_10207277844929300_7365973795146002906_nLos subtítulos para sordos constituyen un puente lingüístico que garantiza una comprensión plena del contenido audiovisual frente a las barreras de acceso a la información auditiva del material. Si bien en los últimos años hubo un progreso significativo en el marco jurídico y se realizaron avances tecnológicos, es necesario que todo esto se traslade a la realidad actual y forme parte de la vida cotidiana de las personas sordas, ya que el subtitulado para sordos representa el derecho de hacer lo esencial del contenido audiovisual visible a los ojos de las personas con discapacidad auditiva.

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