DSCN5719

Por Verónica Ortiz

En esta entrada, se nos ocurrió hacer un repaso de la ponencia que presentamos en el II Encuentro Argentino de Traducción Audiovisual, que tuvo lugar el 28 de junio del 2014 en el Palais Rouge. La ponencia se llamó «Los títulos de películas: crónicas de finales anunciados», tema que elegimos porque todos cuestionamos las traducciones inexactas (o, a veces, desastrosas) de los títulos de las películas y nos pareció una buena idea ahondar más en el asunto.

Para comenzar a comprender un poco más los motivos de las elecciones, decidimos empezar por analizar la dificultad que existe a la hora de seleccionar un título para una película. En la obra cinematográfica, el título debe cumplir con ciertos requisitos fundamentales:

  • Elemento semántico: Es lo que el título significa en relación con la película. Un título es, generalmente, un resumen del contenido de la obra. De esta manera, el espectador tiene de antemano una idea de la trama de la película y decide ir a verla o no.
  • Elemento publicitario: Existen títulos que tienen un marcado elemento publicitario. Los títulos tienen fines comerciales y persuasivos; buscan atraer al espectador. El hecho de elegir un título que tenga mayor aceptación o «gancho» que otro es de suma importancia.
  • Referencias culturales: Las presuposiciones y las referencias extralingüísticas propias de una cultura suelen ser el mayor problema en la traducción de un título, ya que se debe lograr que la audiencia extranjera comprenda el título en su totalidad. Los títulos deben ser próximos al espectador, deben conmoverlo y reflejar situaciones o realidades conocidas para él.

DSCN5722

Dentro de los problemas que encontramos en las traducciones de títulos de películas que, a nuestro criterio, no fueron acertadas, podemos enumerar los siguientes:

  • Errores de sentido: Cuando se cambia el significado del mensaje original. Este es uno de los errores más graves que se pueden cometer al traducir o seleccionar un título, ya que se modifica la intención del autor para su obra cinematográfica.
  • Cambio de género: Cuando el título original nos muestra que la película es, por ejemplo, un drama, pero en la traducción se le da un tinte cómico. Llevado por el título, el público entrará al cine con ganas de pasar un buen momento, pero saldrá hecho un mar de lágrimas.
  • Polisemia: Cuando una palabra tiene varios significados y la traducción adecuada se ve imposibilitada o limitada. Es un gran desafío encontrar un título que, en el idioma de llegada, se ajuste a la intención del idioma original.
  • Spoilers: Cuando una parte importante de la trama se revela antes de que la película se exhiba al público. En algunos casos extremos, no hace falta siquiera ver la película, porque ya el título nos predice el final.
  • Palabras «gancho»: Cuando se recurre hasta el cansancio a ciertas palabras que están tan repetidas y agotadas que ya casi carecen de sentido. Por ejemplo, es el caso de las palabras amor, honor, intriga, peligro, obsesión, mortal, destino, imposible, viaje, escape, aventura e inolvidable, entre muchas otras. Pareciera que existe una necesidad de arruinar títulos que son hermosos en su idioma original al encasillar la película en alguna de estas etiquetas. Un buen ejemplo de esto es la remake hollywoodense de la película argentina El secreto de sus ojos, cuyo título en inglés fue Secret in their Eyes. Ahora bien, cuando esta versión estadounidense llegó a la Argentina, su título fue Secretos de una obsesión.

secrets

Otras veces, se prefiere dejar el título de una película en su versión original, a pesar de tener una simple traducción, como fue el caso de las películas Birdman y Tomorrowland, por ejemplo, cuyos títulos se mantuvieron en inglés. También encontramos títulos que quedaron en su versión original, pero ampliada, como por ejemplo Boyhood: momentos de una vida o Transcendence: identidad virtual.

Como ejercicio, les propongo que tratemos de buscar traducciones más acertadas para estas dos películas recientes, cuyas traducciones de títulos pueden llegar a generar alguna polémica: The Martian, adaptada como Misión rescate, e Inside Out, traducida como Intensa-Mente.

insideout

Por último, queremos hacer hincapié en el poder que tiene el reclamo del público cuando una traducción no es de su agrado. Recordemos el caso de la película A Million Ways to Die in the West, estrenada en el 2014. La traducción que se le había dado a ese título fue Pueblo chico, pistola grande. Esta traducción generó un enorme rechazo por parte del público, a tal punto que sus quejas hicieron que la productora retirara ese título desafortunado de la cartelera y siguiera promocionando la película en su idioma original, a falta de una traducción más acertada.

martian

Como conclusión, podemos decir que el traductor audiovisual no participa casi nunca de la decisión final sobre el título de una película (aunque sería necesario). El marketing y la publicidad son las bases fundamentales en las que se apoyan las productoras o las distribuidoras a la hora de elegirlo. Por eso, los invito a que seamos nosotros, los traductores audiovisuales, los guardianes de nuestra profesión, alzando la voz cuando algo es de mala calidad y necesita la intervención de un profesional en idiomas, así como también aplaudiendo y alentando las decisiones que se toman en pos de proteger nuestro trabajo y nuestra profesión.

Hacer Comentario