Por Estefanía Giménez Casset

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Nuria Sanmartín Ricart nació en Quart de Poblet, una población muy cercana a la ciudad de Valencia, en España. Es licenciada en Traducción e Interpretación por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y tiene un Máster Europeo en Traducción Audiovisual por la Universidad Autónoma de Barcelona. Es traductora jurada de alemán y ha sido profesora asociada de la Universidad de Valencia y de la Universidad Europea de Valencia. Actualmente colabora como profesora en el Máster de Traducción Creativa y Humanística de la Universidad de Valencia y es colaboradora externa del equipo de investigación CiTrans (Comunicación intercultural y traducción), también en la Universidad de Valencia.

2En el año 2000, junto con otros dos traductores, fundó en Barcelona su primera empresa de traducción, In Other Words, especializada en traducción técnica y localización de software. En el año 2009, fundó en Valencia Interpunct Translations, empresa especializada en traducción audiovisual, accesibilidad a los medios audiovisuales (subtitulado para sordos y audiodescripción para ciegos) y formación para traductores. Además de compaginar la docencia con la traducción, en estos momentos, escribe su tesis sobre el tratamiento de la música en el subtitulado para sordos.

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Este año, tendremos el honor de contar con su presencia en el VI Congreso Latinoamericano de Traducción e Interpretación organizado por el CTPCBA, en el marco del cual también impartirá dos talleres de capacitación profesional en el Colegio. Sin más preámbulos, les dejamos aquí una breve entrevista para que puedan conocer mejor a esta traductora experta en TAV y accesibilidad.

Es tu primera vez en Buenos Aires. ¿Puedes contarnos en qué consistirá tu participación en el VI Congreso y qué temas tratarás?

Mi ponencia y mi taller están relacionados con la accesibilidad en el ámbito audiovisual y, dentro de la accesibilidad, que es un campo muy amplio, hablaré de la subtitulación para sordos y la audiodescripción para ciegos. Estas dos disciplinas aún son bastante recientes en España, pero desde que se aprobó la Ley General Audiovisual en el año 2010, las cadenas de televisión públicas y privadas están obligadas a incluir estos dos servicios en casi toda su programación, ya sean películas, documentales, entrevistas, noticias… Eso ha hecho que se requieran cada vez más expertos en estos campos, ya que la demanda es grande y el volumen de trabajo es enorme.

Sabemos que, además de traductora jurada de alemán (el equivalente al traductor público argentino), eres experta en traducción audiovisual y en accesibilidad. ¿Cómo surgió tu interés por la traducción y adaptación de medios audiovisuales?

Mi interés por la traducción audiovisual nació después de trabajar unos diez años como traductora técnica de alemán y de inglés a español. Justo después de licenciarme, trabajé cuatro años en una empresa de traducción en Barcelona cuyo principal cliente era la empresa alemana SAP, así que me especialicé en la traducción técnica y la localización de software. En el año 2000, creé en Barcelona mi primera empresa con otros traductores, y el servicio que ofrecíamos era similar: traducciones técnicas de alemán y de inglés (sobre todo, ingeniería mecánica, maquinaria industrial y automoción) y localización de software.

En el 2009, regresé a Valencia, mi ciudad natal, para crear mi propia empresa y decidí reinventarme en el mundo de la traducción, así que cursé el Máster Europeo en Traducción Audiovisual de la Universidad Autónoma de Barcelona. En ese máster, me enamoré del mundo de la accesibilidad y por eso me especialicé en subtitulación para sordos y audiodescripción para ciegos. Continúo con las traducciones técnicas y jurídicas, pero he tenido la suerte de abrirme paso en el mundo de la accesibilidad, trabajar para numerosas cadenas de televisión españolas y también dedicarme a la audiodescripción en directo.

Los discapacitados auditivos o visuales tienen limitado el acceso a los principales canales de comunicación y medios como el cine y la televisión, así que me pareció muy interesante poder trabajar en servicios que ayudaran a trasladarles el contenido de los medios audiovisuales teniendo en cuenta sus características y necesidades. Obviamente, el servicio debe ser de calidad y cumplir determinadas normas, como las de AENOR, que garanticen unos requisitos mínimos.

¿Puedes contarnos, desde tu experiencia, cuáles son los mayores desafíos a la hora de adaptar un texto audiovisual para personas con discapacidades auditivas? ¿Qué factores hay que tener en cuenta y cuál es la diferencia entre un subtítulo normal y un subtítulo para sordos?

En subtitulación para sordos, debemos informar al público de todo aquello que no percibe por sí mismo. Por tanto, además de informarle del texto, debemos incluir en los subtítulos información sobre sonidos y música. Imagina que el sonido de un timbre o de una canción determina la acción siguiente de los personajes: es necesario informar de ese sonido al discapacitado auditivo para que pueda seguir el hilo argumental. La música ambiental también nos transmite muchas emociones que pueden trasladarse al espectador en los subtítulos para sordos.

El formato de los subtítulos también es diferente al de los subtítulos para oyentes porque incluye colores y hay subtítulos que aparecen en la parte superior derecha de la pantalla. La velocidad de exposición de los subtítulos también difiere, porque se tiene en cuenta la velocidad de descodificación del público sordo. Estos factores son importantes y, para poder garantizar unos subtítulos de calidad, debemos conocer bien el perfil del discapacitado auditivo: su acceso al lenguaje oral y escrito, cómo entiende el humor o la ironía, cómo entiende los juegos de palabras…

También tienes una gran trayectoria en audiodescripción de obras teatrales. ¿Cómo se encara este tipo de proyectos? ¿Cómo es la experiencia de la audiodescripción en vivo? ¿Tienes alguna anécdota que quieras compartir con nosotros?

La audiodescripción en directo es diferente a la audiodescripción en diferido en varios aspectos. Por un lado, en televisión, no es el audiodescriptor quien locuta el guion, sino un actor de doblaje, pero en audiodescripción en directo, sí es el mismo audiodescriptor quien acompaña a los espectadores ciegos con su voz. Esta experiencia es muy agradable porque hay un trato directo con el público ciego: antes de la función, les entregas los auriculares por los que podrán escuchar tu voz y puedes hablar con ellos.

Para preparar el guion de las audiodescripciones en directo, normalmente recibo, semanas antes, una grabación de la función de teatro o de danza, con lo cual tengo tiempo para elaborar el guion estudiando la obra y decido cuál es la información relevante que debo transmitir al público. A veces, incluso puedo asistir a un ensayo general y hablar con el coreógrafo o el director para que me expliquen cuál es el concepto de la obra y me den toda la información que consideren importante.

Hay veces que no hay tiempo o presupuesto para preparar el guion antes, porque se cobra aparte de la locución, y he acudido a alguna función sin poder haber preparado el guion ni haber visto la obra. Obviamente, la experiencia es muy diferente, pero con los años vas teniendo tablas para estar a la altura. En esos casos de mayor dificultad, lo que a mí me anima siempre es pensar que estoy prestando mis ojos a otras personas y que todo lo que les cuente les va a ser de utilidad.

Anécdotas tengo muchas: a veces, he llegado al teatro y nadie sabía quién era yo ni qué hacía. No me habían reservado un asiento especial donde poder ofrecer la audiodescripción aislada del sonido de la sala, por ejemplo, y he tenido que hacer la audiodescripción desde un asiento de las últimas filas, casi susurrando para no molestar al público que tenía cerca.

Alguna vez también he hecho todo el trabajo previo a la función y, al llegar al teatro, no ha asistido público ciego. Por desgracia, en algunas ciudades todavía no están muy acostumbrados a este servicio y, por desconocimiento, es poca gente la que se beneficia de él. De todas formas, cada vez vamos haciendo más difusión y vamos consiguiendo que los ayuntamientos incluyan este servicio en su programación cultural.

¿Es compatible el ejercicio profesional con la investigación académica? ¿Cuáles son tus intereses y líneas de investigación?

En mi caso, sí, aunque es verdad que hay que saber distribuirse el tiempo para poder dedicarse tanto a la profesión como a la investigación. Yo soy profesora asociada de la Universidad de Valencia hace cinco años y compagino la docencia con mi trabajo de traductora. Este año, además, estoy escribiendo mi tesis doctoral, y sí que es verdad que se me hace muy complicado dedicar horas a la investigación cuando tengo encargos de traducción con fecha de entrega. Para eso, me ayuda pensar en los cuatro cuadrantes de Stephen Covey, es decir, saber que los encargos de traducción son importantes y urgentes, pero la tesis doctoral es importante, aunque no sea urgente, y necesita mi dedicación también.

El objetivo de mi tesis es catalogar la música en función de las emociones que evoca para dar unas pautas al subtitulador para sordos sobre cómo informar de canciones y música en cualquier producto audiovisual. Hay una base de teoría musical en mi trabajo (he estudiado música y cantado en coros desde pequeña) que demuestra que a todos los seres humanos, aunque procedamos de las culturas o razas más dispares, la música nos evoca emociones muy similares. Basándome en esa premisa y en un modelo que clasifica la música según las emociones que despierta (relacionándolas con escalas mayores y menores, tonalidades, ritmo, etcétera), pretendo hacer un estudio con grupos de sordos para comprobar si mis propuestas mejoran la calidad de los subtítulos que incluyen información musical. Estoy muy ilusionada con el proyecto y tengo la suerte de poder trabajar con expertos en diferentes ámbitos que me están ayudando mucho.

Le agradecemos a Nuria su participación en TAVArgentina y ya podemos adelantarles a nuestros lectores que el día 28 de abril impartirá dos talleres de capacitación profesional en el CTPCBA: «Retos en la práctica de la subtitulación para sordos: perfil de los destinatarios, música y sonidos» y «Retos en la práctica de la audiodescripción para ciegos en cine, teatro y museos». ¡No se los pueden perder!

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