Por Natalia De Faveri

Luego de vivir extensas, pero enriquecedoras jornadas durante el VI Congreso Latinoamericano de Traducción e Interpretación, llegó la hora de los talleres pos-Congreso. Así, el pasado sábado 30 de abril, Patrick Zabalbeascoa dio un taller llamado «El humor multilingüe y su resolución en la traducción audiovisual». La temática que expuso Patrick en esta oportunidad se refiere a la intromisión de una tercera lengua, llamada L3, dentro del par de idiomas L1 y L2 en el ámbito audiovisual.

Para empezar, Patrick definió al L3 como «una lengua o variación lingüística discernible e independiente, suficiente para señalar la presencia de más de una comunidad lingüística». Como él mismo expresó, el L3 no solo puede ser uno o más idiomas específicos, sino que además puede implicar una variación lingüística como un dialecto, un acento extranjero, un idioma «inventado» o, incluso, un personaje.

Comenzó por demostrarnos que la problemática de esta intromisión no es una cuestión novedosa, sino que data desde la época de autores tales como William Shakespeare. De hecho, comenzó con un ejemplo extraído de la película Henry V (basada en la obra de Shakespeare sobre la vida del rey Enrique V), en el cual el doblaje se realizó al español, pero el idioma original era el francés y durante cuyo diálogo los personajes pronunciaban palabras en inglés.

¿Por qué esto nos presenta un problema a la hora de adaptarlo para doblaje o subtitulado? Según lo que explicó Patrick, el L3 es un recurso retórico que puede tener finalidades cómicas y no cómicas. En el caso de que se lo use con fines cómicos, mantenerse 100 % fiel al humor original es, de por sí, una tarea difícil. Cuando hay un tercer idioma en juego, se debe buscar la forma de superar el escollo para que la traducción se mantenga lo más fiel posible al humor y también a la variante cultural que trae consigo. Un caso ejemplar es el de las películas basadas en la época de la Segunda Guerra Mundial.

Otra forma muy común de usar el L3 dentro del ámbito de la comedia, tanto en el cine como en la televisión, es a través de la caracterización del personaje. Con esto, Patrick se refirió al caso de varios personajes a quienes se les ha atribuido el papel de «científico loco alemán» o «británico malvado». Es decir que se han creado estereotipos conforme a distintas nacionalidades, en un contexto que quizás no está relacionado con el lugar donde se desarrolla la historia, sino con las características del personaje en sí. Por ejemplo, en el caso de El laboratorio de Dexter, en el original en inglés, Dexter habla de manera formal y con un acento extranjero, mientras que su hermana habla un inglés estadounidense informal. Por otro lado, Patrick mencionó que, dentro de los fines no cómicos, el L3 se usa en los géneros de misterio, suspenso, drama y terror.

Por último, cabe mencionar que los elementos del L3 no solo se manifiestan en lo verbal, sino que además suelen estar acompañados por un componente visual: desde el vestuario hasta ciertos gestos, todos son elementos que el traductor audiovisual debe tener en cuenta si quiere plasmar en su traducción el humor del original de la mejor manera posible.

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