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El truco de «El eternauta»: culturemas de exportación

Por Gastón Romero Bosc y Guadalupe Mazzeo Costales.

El estreno de la serie El eternauta en abril pasado causó un gran revuelo, y con mucha razón: no todos los días vemos una superproducción realizada en nuestro país, con actores tan representativos de nuestra cultura cinematográfica, y que aborda temas intrínsecamente argentinos. Sabemos que se nos hincha el pecho de orgullo al vernos representados en la pantalla, y mucho más en estos casos en que la obra logra dar la vuelta al mundo a tan solo días de su estreno. Uno de los temas más comentados sobre la serie fue su traducción: se subtituló en treinta y un idiomas y se dobló en catorce, sin contar las opciones de subtitulado para sordos y audiodescripción. Podemos imaginarnos entonces el trabajo que fue adaptar el guion para que pudiera ser llevado a tantos países, pero sin perder aquellas expresiones que hacen a la serie una oda a la argentinidad. A continuación, nos proponemos analizar el subtitulado para sordos realizado a los idiomas inglés y francés de la icónica escena del juego de truco en el primer capítulo.

Comenzamos entonces con un estandarte de la cultura rioplatense: el truco. Con sus variantes dependiendo del país, se destaca por la necesidad de rapidez mental, la facilidad para la mentira y la tan nombrada «viveza criolla». Suele jugarse en equipos de dos o tres personas, por lo que los jugadores deben comunicarse entre sí sin dar demasiada información a los contrincantes ni decir ciertas palabras (para no «cantar» sin tener la intención de hacerlo). Por esto, la camaradería es fundamental en el juego, lo cual se demuestra en esta escena. Los personajes dan a entender que siempre jugaron en las mismas parejas que se muestran en pantalla, por lo que conocen muy bien el tipo de juego de su compañero (algo que cobra importancia en el último capítulo de la temporada). Así, sus interacciones mientras juegan son cortas y concisas (Voy a vos, Quiero), lo cual, en caso de tener que traducir la escena a un idioma de un país donde no se acostumbra jugar al truco, puede dejar poco tiempo para explicaciones u opciones extendidas. Por este motivo, tanto en inglés como en francés, los traductores decidieron utilizar vocabulario de un juego de cartas con una mística muy similar, pero mucho más universal: el póker.

Por ejemplo, cuando se usa la frase Quiero, en inglés se optó por I’m in, mientras que en francés se eligió ouais. En el truco, Quiero significa que uno acepta la «apuesta» del otro; en el póker, I’m in se usa para confirmar que uno sigue en juego, pagando lo que el rival apostó. Si bien son cosas un tanto diferentes, por el contexto se entiende que el personaje está aceptando el reto que le propone su contrincante, un cambio muy ingenioso que hace innecesario detallar la forma en la que se juega al truco. Vemos un caso similar con Voy a vos, expresión con la que le damos la responsabilidad de ganar la mano a nuestro compañero. En francés e inglés, vemos las siguientes traducciones:

Fais-moi rêver.
(Hacé lo tuyo/Haceme soñar)

You hold the fort.
(Hacete cargo)

Ambas frases son similares en significado, por lo que no hace falta explicar la expresión en español.

Al ser un juego de cartas, el truco tiene varios puntos en común con otros juegos similares que pueden ser conocidos mundialmente. Por ejemplo, cuando el personaje de Staltari pregunta si juegan con flor (en referencia a una mano de truco en la que las tres cartas son del mismo palo), tanto en inglés como en francés se decidió dejarlo prácticamente igual (Are you playing the flower rule? y Vous faites la règle de la fleur ?), ya que la mano de flor existe también tanto en el póker como en otros juegos.

A esto le sigue la frase del personaje de Darín:

Los de afuera son de palo. ¿Sabías eso?

Esta respuesta cortante y un tanto despectiva hace referencia a que, si uno no está jugando, no debería meterse. También, para quienes son jugadores habituales de truco, jugar con flor es considerado poco serio. En inglés y francés, si bien no puede explicarse este significado, se entiende por la escena que los demás participantes no aprecian a Staltari, y de ahí sus respuestas:

Quand on joue pas, on se tait. Tu la connais, cette règle ?
(Cuando no jugás, te quedás en silencio, ¿conocés esa regla?)

Don’t talk if you are not playing, you know that rule?
(No hables si no estás jugando, ¿conocés esa regla?)

Estas dos opciones demuestran el desprecio a Staltari, además de incluir una mención a la regla nombrada.

Siguiendo con otro ejemplo, la decisión de no traducir envido y real envido muestra una clara preferencia por resaltar que estamos viendo una serie argentina, en la cual no se juega al póker ni a ningún otro juego, sino al truco. De todas maneras, al encontrarse con la oración Falta envido, carajo, vemos dos abordajes diferentes. Mientras que en francés se optó por algo más similar al original, en inglés se eligió una traducción que explicara la frase, perdiendo en el proceso el insulto a modo de reto:

Falta envido, mon con.
(Falta envido, idiota)

Come on, show me what you’ve got.
(Vamos, mostrame lo que tenés)

Pasa algo muy similar con la siguiente línea:

Tengo 32 de mano, y la mano castiga al culo, boludo.

Tengo 32 se refiere a la cantidad de puntos que el jugador tiene cuando canta envido y, como el personaje que lo dice es «mano» (quien reparte las cartas al iniciar la ronda), gana el envido si ambos jugadores tienen los mismos puntos. De ahí el festejo, ya que, aunque tengan el mismo puntaje, quien es mano gana. Como dijimos, el francés y el inglés tuvieron abordajes diferentes:

J’ai 32 points ! J’ai la main, donc il l’a dans le cul !
(¡Tengo 32! ¡Yo tengo la mano, así que él la tiene en el culo!)

I also have 32, but I’m the dealer, so we beat their asses.
(Yo también tengo 32, pero repartí yo [los bailamos])

En francés, se mantiene la expresión referente a mano, y se agrega un insulto provocador con le cul, indicando la derrota del otro jugador. En inglés, se eligió explicar un poco más lo que significa ser el repartidor de la ronda, y se optó por beat their asses para mantener la referencia original a ganarle al oponente. Si bien estas dos traducciones no son tan similares con respecto a los recursos que utilizan, en el caso siguiente ocurre lo contrario:

—No tenés nada, me estás corriendo.
—Sí, tengo. Tengo los huevos para cantar.

Aquí también podemos ver el insulto como forma de retar al oponente. El término correr que obviamente existe tanto en inglés como en francés, en este ejemplo se usa en el sentido de engañar al otro, decir algo que no es verdad para que el contrincante caiga en la trampa. Las traducciones fueron las siguientes:

—Je sais que tu bluffes. T’as rien du tout.
(Sé que me engañás. No tenés nada)
—Non, à part des couilles pour tenter le gros trou.
(Nada, además de las bolas para tentar a ese culo)

—You are bluffing, you jackass. You’ve got nothing.
(Me estás engañando, maldito. No tenés nada)
—Nothing but the balls to get you worried.
(Nada más que las pelotas para preocuparte).

En ambos idiomas se mantiene la frase tener los huevos o tener las pelotas para referirse a tener el valor de mantener una apuesta. Además, vemos que se vuelve a utilizar jerga del póker (to bluff o bluffer) para mantener el tono coloquial de la expresión correr, lo que también ayuda a reconocer y comprender la situación de juego (querer engañar o «hacer entrar» a los rivales).

Retomando los insultos anteriores, tenemos otro punto muy interesante de esta escena en cuanto a la traducción: el lenguaje soez. El extracto más reproducido en las redes fue el de los juegos de palabras referentes a la lluvia:

—¿Se largolla, o está relampajeando?
—Va a lloverga. Y yo sabés que dejé el paraguasca arriba de la repija.

En español, el chiste se basa en la unión de dos palabras por su sonar similar (relampagueando + paja = relampajeando). Si bien estos juegos de palabras son muy conocidos en la Argentina, pueden no serlo en otros países, por lo que, en los casos que estamos analizando, los traductores tuvieron que cambiar un poco el sentido:

—It’s raining already. Or is it just some thunder?
(Ya está lloviendo, ¿o son solo truenos?)
—Yeah, but you know what they say. There’s no rain without thunder. Like a huge fart when you’re pissing.
(Sí, pero sabés lo que dicen. No hay lluvia sin truenos, como cuando te tirás un gran pedo mientras orinás)

Si bien el factor vulgar sigue presente, ya que es lo que genera la risa de los personajes, no se utiliza el mismo recurso: el juego de palabras se intercambia por un dicho muy conocido en inglés. En este caso, la comparación vulgar es un remate sobre el comentario de la lluvia, mientras que en español pareciera ser un ida y vuelta común entre los dos personajes (de ahí la cara de incredulidad de Darín y Troncoso). Por otro lado, en francés se optó por lo siguiente:

—C’est le tonnerre ou la voisine grimpe aux rideaux ?
(¿Son truenos o la vecina está teniendo un orgasmo?)
—Le doute m’habite ! Le tonnerre, ça ne me fait pas peur. Ça ne me dérange pas quand ça mouille ! Au contraire !
(¡No lo sé! Los truenos no me asustan. No es un problema que esté mojada, ¡al contrario!)

Grimper aux rideaux, traducido literalmente como trepar las cortinas, es una forma de decir llegar al orgasmo. En este caso vemos que el intercambio vulgar entre los amigos se mantiene, ya que la conversación comienza haciendo comentarios subidos de tono sobre la vecina, comparándola con el ruido de los truenos. La respuesta a esto es un remate sobre el mismo chiste, que mantiene el tema de la lluvia. Si bien ambas opciones tienen el mismo efecto (hacer un comentario fuera de lugar con respecto a la lluvia), el francés parece seguir una línea más similar a la del original, ya que mantiene el tono sexual de las acotaciones y la complicidad de ambos personajes.

Como decíamos al principio, es un orgullo ver una superproducción realizada en nuestro país, con actores de primer nivel y que muestre a la Argentina orgullosa de sus costumbres. Muchas veces, es difícil adaptar guiones que tienen tantos rasgos característicos de una cultura a otra diferente, más en obras audiovisuales donde el tiempo es tirano (y el espacio en pantalla también). Los subtítulos analizados anteriormente demuestran que la inversión en traducciones de calidad da resultados excelentes, que son apreciados por el espectador y mejoran exponencialmente la experiencia audiovisual.

Artículo extraído de la Revista del Colegio de Traductores Públicos de la Ciudad de Buenos Aires (N.º 163).

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