Festival de San Sebastián 2025

Por Paula Galera.
El pasado mes de septiembre se llevó a cabo la 73.ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, que reafirmó una vez más su relevancia como escenario del cine mundial.
En esta ocasión, se destacó por su gran diversidad geográfica y por los temas abordados tanto en los relatos íntimos y sutiles como en aquellos con una fuerte carga de mensajes sociopolíticos, y reflejó la complejidad del mundo y sus múltiples conflictos.
La presencia del cine latinoamericano fue relevante en esta edición, en la que se presentaron tres películas argentinas. Las corrientes recibió el Premio Otra Mirada de la RTVE (Radio y Televisión Española), reconocida por la forma en que aborda un tema altamente sensible como la salud mental. La obra de Dolores Fonzi, Belén,recibió una mención especial en este premio y, además, la Concha de Plata a la mejor interpretación de reparto para la actriz Camila Plate.
Se podría decir que la gran triunfadora en este galardón fue la película vasca Los domingos, de Alauda Ruiz de Azúa, que se alzó con la Concha de Oro a la mejor película y con el Premio Irizar. Con este reconocimiento, la directora consolida su lugar como uno de los talentos más prometedores del cine español. La obra aborda el tema de la fe y la religión en el seno de una familia, y cómo todo se pone en cuestión cuando una adolescente decide convertirse en monja de clausura.
Historias del buen valle,de José Luis Guerín, recibió el Premio Especial del Jurado y el Premio Cooperación Española. La película, según su director, es fruto de la estrecha cooperación de vecinos provenientes de diversos lugares, una comunidad marcada por la transformación y la convivencia entre diversas olas de migraciones. En su discurso de agradecimiento, citó las palabras de la escritora Alejandra Pizarnik: «La única patria es mi memoria y no tiene himnos…».
La voz de Hind Rajab se alzó con el Premio del Público de Donostia por haber alcanzado un récord histórico en su puntuación y con el Premio Agenda 2030 Euskadi Basque Country, que reconoce a la obra que más refleja los valores de sostenibilidad, diversidad y solidaridad. Este largometraje dirigido por la tunecina Kaouther Ben Hania se centra en el asesinato de una niña palestina en la Franja de Gaza, en 2024. Es un relato que interpela al espectador por su gran carga emotiva.
Por su parte, el Premio Sebastiane Latino fue para La misteriosa mirada del flamenco, ópera prima del director chileno Diego Céspedes; ambientada en la década de los ochenta, gira en torno a una familia homosexual en Chile con el inminente comienzo de la epidemia del sida.
La obra Maspalomas, dirigida por José Mari Goenaga y Aitor Arregi Galdo, obtuvo la Concha de Plata a la mejor interpretación protagonista.
El premio a la película de clausura fuera de concurso fue para La conspiración del cuervo, dirigida por Kasia Adamik. Se trata de una adaptación de un cuento breve de Olga Tokarczuk, ganadora del Premio Nobel de Literatura. La acción se sitúa en el año 1981 en Varsovia, justo antes de la imposición de la ley marcial en Polonia.
Todas las películas se proyectaron en su versión original. Las producciones no habladas en español se subtitularon en dicho idioma y en algunos casos en euskera, mientras que las películas habladas en español o euksera se transmitieron con subtítulos en inglés y off line para favorecer la accesibilidad del jurado, la prensa extranjera y la crítica. Una vez más, el festival vasco demostró su vigencia como una de las vidrieras más importantes del cine mundial.
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